Febrero 08 del 2021
Endomarketing, la reconstrucción empieza desde adentro
La respuesta del mundo a la pandemia ha obligado a las empresas a reestructurarse, cuanto más tradicionales y más verticales eran las empresas, más seguramente fueron golpeados sus equipos por la pandemia, y cuando más poco clara fue la comunicación en ese tiempo, más difícil será volver a recomponerlos.
Lo que sí me animo a asegurar es que ningún equipo salió ileso a este proceso.
Las tareas se multiplicaron para los que quedaron, y tuvieron que pasar el duelo de la pérdida de sus pares en medio de una inestabilidad brutal, donde cada día se preguntaban si ellos serían el próximo.
Trabajar desde la casa en algunos casos aumento la productividad y en otros no, pero también modificó los hábitos y logística de los hogares volviendo muy difusa la línea entre lo laboral y lo personal.
La opinión pública dividió a las empresas entre los que prescindían de gente por la pandemia y los que no, se endiosaban a unos y se satanizaban a otros; pero solo los que tenían el sistema de comunicación interna bien aceitado, hicieron comprender a sus colaboradores el porqué de las decisiones manteniendo alineados a los equipos.
En lo personal, viendo lo que está pasando con varios de nuestros clientes a los que les manejamos en algunos casos exclusivamente su comunicación interna, creo que es no solo nuestra responsabilidad sino la mejor estrategia que podemos plantear hoy a nuestros clientes: enfocarse en que los equipos de trabajo se recompongan, y comiencen a dejar en el pasado ese momento de gran crisis.
Ayudar con nuestra creatividad, y claro está con herramientas específicas que manejan los expertos, y mucho de tecnología, a crear las nuevas reglas y los nuevos acuerdos para de esa forma firmar un nuevo pacto de compromiso entre las partes, hoy tiene la misma importancia que posicionar su marca o producto.
Hasta ahora, las estrategias de comunicación interna para las agencias eran algo así como el patito feo, pero nos llegó la hora de enlodarnos las manos, de meternos en el tema, porque si no ayudamos a recomponer esa parte de los cimientos de las organizaciones, el resultado de todo lo que ejecutemos será una parte de lo que pudo ser.
El señor Richard Branson se animó a decir que “Las personas no son recursos; son agentes de cambio, así que ayudarlas a alcanzar su mayor potencial naturalmente tiene un impacto positivo en el balance final. Si los tratas como los adultos capaces que son, tus empleados tomarán decisiones de adultos capacitados, que beneficien a tu negocio”
Hoy más que nunca esta frase está vigente, porque hoy lo que nos ocupa no es liderar una campaña, o posicionar un producto, lo que hoy nos ocupa es cómo adaptarnos lo más rápidamente posible a este cambio, que fue producido por un agente externo que nadie vio venir, para el que nadie estaba preparado y que aceleró algunas cosas 5 o 10 años.
Así, los que se ocupen de esto más rápido, descubran sus agentes de cambio, los empoderen y proyecten, tendrán las herramientas fundamentales para avanzar con ritmo sostenido y serán los ganadores.